Fotografiar plantas es maravilloso. A pesar de que parezca algo fácil y simple por ser éstas seres vivos pero sin capacidad de movimientos por sí mismas, la práctica contradice dicho pensamiento.
Fotografiar plantas en la naturaleza requiere de un pulso, destreza y agilidad enormes, además de un buen equipo y un objetivo con alguna funcionalidad macro mínima. Cuando retratas plantas con tu cámara en el exterior, las condiciones naturales y atmosféricas pueden dificultarte la tarea. No hay momento en el que no haya una mínima brizna de viento que meza la flor de un lado a otro, con un movimiento de vaivén que tu cámara no podrá controlar. Lo mismo pasa con el entorno de la planta. Puede ser que los elementos que la rodean no sean ideales para el encuadre que quieres y que molesten continuamente. También puede ocurrir que el vegetal se encuentre expuesto a un pleno y ardiente sol o a una lúgubre sombra.
La creatividad en el enfoque y la composición son algunas de las bazas importantes para fotografiar plantas. Aunque sin duda lo esencial es disfrutar de las instantáneas que tomas y del entorno natural que te rodea.